La Torre de Esteban Hambrán (Toledo). El 18 de julio de 1936

Tres días después de que el ejército de Franco se sublevara contra el gobierno legítimo de la República, y casi al mismo tiempo que los golpistas tomaron el poder en Toledo, amotinándose en el Alcázar, las izquierdas de Torrijos y Gerindote se hicieron con el mando sin la menor resistencia. Mejor dicho, continuaron mandando porque ya estaban al frente del poder municipal. Fue la derecha de la comarca quien se quedó atónita e impasible, a la espera del discurrir de los acontecimientos; salvo en La Torre de Esteban de Hambrán.

Aquí el golpe militar sería secundado por los miembros más significados de la derecha torreña, encabezados por el líder, Juan Aguado. Fue el único pueblo de la comarca donde se produjo cierto apoyo armado a la insurrección. La propia “Causa General”, instruida por Franco al acabar la guerra,  reconoció que “los derechistas, en un número aproximado a los sesenta, se levantaron en armas que tenían escondidas y controlaron la población durante cuatro días. El día 22 de julio, fiesta local de la Magdalena, llegaron de Madrid 200 milicianos, a cuyo mando se encontraba un sargento del ejército republicano, quienes controlaron la situación…”.

Texto tomado de nuestro libro Orígenes de la Guerra Civil en la comarca de Torrijos (Toledo, 2020)

En la fotografía, Luís Domínguez Aguado, contaba once años de edad cuando se amotinó junto a su padre y el grupo de Juan Aguado.

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Juan Antonio Morales Gutiérrez
moralesgutierrez@telefonica.net

Después de "Una memoria sin rencor", Juan Antonio Morales Gutiérrez y Belén Morales Pérez, padre e hija, presentan la segunda entrega de la trilogía, que es independiente de la primera. Pese a que algunos de sus personajes principales aparecen en ambas narraciones, "Secuelas de una guerra" no es una continuación de aquella; aunque comparten el mismo espíritu y denominador común: narrar acontecimientos históricos con nombres y hechos verdaderos. Este segundo volumen se inicia en julio de 1936, con el asalto al cuartel de la Montaña en Madrid, continúa con los sucesos de Paracuellos del Jarama y finaliza en la primavera de 1981, tras el fallido golpe de Estado del 23-F. Pedro Rivera, alcalde derechista de Gerindote (Toledo), huye a Madrid tras ser expulsado de su pueblo después de la victoria del Frente Popular en los comicios de febrero de 1936. Tras el golpe de militar del 18 de julio, esconde en su portería del barrio de Argüelles a un exministro de la CEDA perseguido por la revolución miliciana, Federico Salmón Amorín. El destino de ambos es la cárcel Modelo de la capital y su posterior asesinato en Paracuellos del Jarama. Después aparecen nuevos personajes, todos ellos militantes del Partido Comunista, uno de los cuales interviene desde el exilio en la resistencia contra el régimen de Hitler y la frustrada invasión del Valle de Arán. Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico; cada uno de ellos tiene una existencia real y una personalidad auténtica. Esta es la historia de esos hombres que sobrevivieron o murieron luchando contra el fascismo. "Secuelas de una guerra" es una novela de reconciliación, de amores, sentimientos y de ausencias, que utiliza el recurso de hacer regresar al pasado bélico a sus protagonistas, mientras relatan cómo vivieron la posguerra y la transición democrática en España.

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