Liberio González Nombela.

Liberio González Nombela.

Primera líneas del capítulo 3 de la novela Una memoria sin rencor.

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Me propuse investigar la vida pública de Adrián y Liberio, desde el principio, y no obsesionarme con un final que todo el mundo ya conocíamos dentro de la comarca de Torrijos. Quería saber si los asesinos de Liberio mataron al cura por el hecho de ser cura, o por sus creencias políticas. A este respecto, me llevé una gran decepción en el Archivo Municipal de Toledo, cuando comprobé en el Boletín Oficial que el religioso se había presentado a las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. El sacerdote ocupaba un puesto alto en la lista de candidatos, pero ¿qué pintaba el cura párroco de Torrijos en la misma lista de los más ricos del pueblo cuando llevaba años protegiendo a los más pobres? La respuesta no la sé y tampoco me la voy a inventar. Todas las cosas que cuento son ciertas y así voy a continuar hasta el final. No voy a imaginar nada que no fuera verdad en la vida de Liberio y Adrián. Pero es evidente que Liberio no tenía buen ojo, ni intuición, para predecir el futuro político de Torrijos, ni tampoco de España.

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Caricatura de Liberio González, portada a cargo de Olalla Ruiz.

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Juan Antonio Morales Gutiérrez
moralesgutierrez@telefonica.net

Después de "Una memoria sin rencor", Juan Antonio Morales Gutiérrez y Belén Morales Pérez, padre e hija, presentan la segunda entrega de la trilogía, que es independiente de la primera. Pese a que algunos de sus personajes principales aparecen en ambas narraciones, "Secuelas de una guerra" no es una continuación de aquella; aunque comparten el mismo espíritu y denominador común: narrar acontecimientos históricos con nombres y hechos verdaderos. Este segundo volumen se inicia en julio de 1936, con el asalto al cuartel de la Montaña en Madrid, continúa con los sucesos de Paracuellos del Jarama y finaliza en la primavera de 1981, tras el fallido golpe de Estado del 23-F. Pedro Rivera, alcalde derechista de Gerindote (Toledo), huye a Madrid tras ser expulsado de su pueblo después de la victoria del Frente Popular en los comicios de febrero de 1936. Tras el golpe de militar del 18 de julio, esconde en su portería del barrio de Argüelles a un exministro de la CEDA perseguido por la revolución miliciana, Federico Salmón Amorín. El destino de ambos es la cárcel Modelo de la capital y su posterior asesinato en Paracuellos del Jarama. Después aparecen nuevos personajes, todos ellos militantes del Partido Comunista, uno de los cuales interviene desde el exilio en la resistencia contra el régimen de Hitler y la frustrada invasión del Valle de Arán. Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico; cada uno de ellos tiene una existencia real y una personalidad auténtica. Esta es la historia de esos hombres que sobrevivieron o murieron luchando contra el fascismo. "Secuelas de una guerra" es una novela de reconciliación, de amores, sentimientos y de ausencias, que utiliza el recurso de hacer regresar al pasado bélico a sus protagonistas, mientras relatan cómo vivieron la posguerra y la transición democrática en España.

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