Guerra Civil en Novés (Toledo)

                 Este texto ha sido tomado de nuestro libro Orígenes de la Guerra Civil en la comarca de Torrijos (Toledo, 2020)

Con el estallido de la guerra civil comenzarían las muertes. El último alcalde republicano de Novés,  José García Ordóñez, perdió todo el poder municipal en  favor del Comité, a cuyo frente se encontraban Zoilo Fernández Alonso, “El Lechoncillo”.

El cuartel de milicias de dicho Comité se encontraba en la casa de “Las Cadenas” en la calle Fajardo. Como el citado cuartel también fue habilitado como cárcel, a él comenzaron a llegar los primeros detenidos en los últimos días del mes de Julio de 1936. El vecino Víctor Maroto Caro, lo narró así en su libro autobiográfico:

El día 5 de septiembre de 1936 vinieron a por mi padre tres miembros armados del Comité, entre ellos, su jefe. Nos llevaron detenidos a los dos a la casa de “Las Cadenas”, donde nos encontramos con más vecinos en nuestras mismas circunstancias. Al día siguiente me interrogaron, a pesar de mi corta edad, preguntándome por la ideología política de mi padre. Me dejaron en libertad, pero a éste lo mataron en los Pinos de Barcience, junto a una veintena de novesanos más.

Como ocurriera en todos los pueblos de la comarca, el Comité se apresuró para comenzar las incautaciones de las haciendas rústicas afectadas por la Reforma Agraria: San Silvestre y Olveite. Aunque el decreto de 8 de agosto de 1936, les autorizaba a tomar posesión de las fincas abandonadas por sus titulares, lo cierto es que se adueñaron de  218 cabezas de ganado lanar, un coche y una camioneta, entre otros muchos bienes propiedad de la condesa de Alpuente.

El cura párroco de la localidad, Juan Tomás Rodríguez Romero, consiguió huir a Madrid con la ayuda de los médicos Lorenzo Bordoy Asenjo y José Miguel Alfonso Carrillo, que consiguieron que el Comité les preparara salvoconductos falsos. Sin embargo, en 1937, el clérigo sería asesinado en una checa de la capital, sabiendo que su iglesia había sido saqueada y destruido el retablo barroco del altar mayor, así como un sinfín de obras de arte de gran valor que adornaban el templo, así como  la ermita de la Virgen de la Mongía.

La revolución sorprende en Torrijos a Celso Salamanca Caro, farmacéutico, natural de Novés. Miembros del Comité de dicha villa le fusilaron en Barcience junto a dos parientes de la familia Arnáez el 13 de agosto.

Los dirigentes del Comité de Novés acordarían en votación el destino de los detenidos. También fueron apresados Santiago Cardassay Bourdet, ex alcalde, y Vicente Maroto Bullido, secretario municipal. Este realizó una buena labor administrativa para el Ayuntamiento, pero ambos serían fusilados la noche del 7 de septiembre en el paraje conocido como “Los Pinos de Barcience”, junto a otros vecinos. Días después, el 13 de septiembre, también sería asesinado otro ex alcalde, Gumersindo Castaño del Álamo, junto a otros novesanos en término de Portillo. Estos asesinatos no siempre se producían en solitario. A veces, miembros del Comité local avisaban a milicias forasteras para cumplir órdenes.

 

Fotografía colección del autor. Miembros del comité de algún pueblo de la geografía española.

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Juan Antonio Morales Gutiérrez
moralesgutierrez@telefonica.net

Después de "Una memoria sin rencor", Juan Antonio Morales Gutiérrez y Belén Morales Pérez, padre e hija, presentan la segunda entrega de la trilogía, que es independiente de la primera. Pese a que algunos de sus personajes principales aparecen en ambas narraciones, "Secuelas de una guerra" no es una continuación de aquella; aunque comparten el mismo espíritu y denominador común: narrar acontecimientos históricos con nombres y hechos verdaderos. Este segundo volumen se inicia en julio de 1936, con el asalto al cuartel de la Montaña en Madrid, continúa con los sucesos de Paracuellos del Jarama y finaliza en la primavera de 1981, tras el fallido golpe de Estado del 23-F. Pedro Rivera, alcalde derechista de Gerindote (Toledo), huye a Madrid tras ser expulsado de su pueblo después de la victoria del Frente Popular en los comicios de febrero de 1936. Tras el golpe de militar del 18 de julio, esconde en su portería del barrio de Argüelles a un exministro de la CEDA perseguido por la revolución miliciana, Federico Salmón Amorín. El destino de ambos es la cárcel Modelo de la capital y su posterior asesinato en Paracuellos del Jarama. Después aparecen nuevos personajes, todos ellos militantes del Partido Comunista, uno de los cuales interviene desde el exilio en la resistencia contra el régimen de Hitler y la frustrada invasión del Valle de Arán. Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico; cada uno de ellos tiene una existencia real y una personalidad auténtica. Esta es la historia de esos hombres que sobrevivieron o murieron luchando contra el fascismo. "Secuelas de una guerra" es una novela de reconciliación, de amores, sentimientos y de ausencias, que utiliza el recurso de hacer regresar al pasado bélico a sus protagonistas, mientras relatan cómo vivieron la posguerra y la transición democrática en España.

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