Franco en el campo de batalla

El golpe militar del 18 de julio

La Republica tras el golpe de julio de 1936.

El drama fue que el golpe fracasó y triunfó a la vez, dividiendo al país. El Gobierno republicano fue incapaz de conjurar la rebelión, a pesar de las numerosas noticias y rumores que circulaban por todas partes. Resultó un grave error de apreciación por parte de las autoridades, que siempre consideraron la intentona golpista como una “Sanjurjada” más, sin mayores consecuencias.

La gran paradoja fue que el levantamiento militar, que supuestamente pretendía evitar una revolución en ciernes, lo que hizo realmente fue provocarla. Y como la provincia de Toledo estaba en la retaguardia, en esas zonas la revolución desató una represión indiscriminada sobre personas simpatizantes con las derechas, entre los que se incluyó al clero. Todos aquellos asesinatos que el Gobierno se vio impotente para controlar, resultaron muy negativos para la imagen de la República. Otras muchas muertes no tuvieron motivación política y fueron simples ajustes de cuentas particulares.

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Juan Antonio Morales Gutiérrez
moralesgutierrez@telefonica.net

Después de "Una memoria sin rencor", Juan Antonio Morales Gutiérrez y Belén Morales Pérez, padre e hija, presentan la segunda entrega de la trilogía, que es independiente de la primera. Pese a que algunos de sus personajes principales aparecen en ambas narraciones, "Secuelas de una guerra" no es una continuación de aquella; aunque comparten el mismo espíritu y denominador común: narrar acontecimientos históricos con nombres y hechos verdaderos. Este segundo volumen se inicia en julio de 1936, con el asalto al cuartel de la Montaña en Madrid, continúa con los sucesos de Paracuellos del Jarama y finaliza en la primavera de 1981, tras el fallido golpe de Estado del 23-F. Pedro Rivera, alcalde derechista de Gerindote (Toledo), huye a Madrid tras ser expulsado de su pueblo después de la victoria del Frente Popular en los comicios de febrero de 1936. Tras el golpe de militar del 18 de julio, esconde en su portería del barrio de Argüelles a un exministro de la CEDA perseguido por la revolución miliciana, Federico Salmón Amorín. El destino de ambos es la cárcel Modelo de la capital y su posterior asesinato en Paracuellos del Jarama. Después aparecen nuevos personajes, todos ellos militantes del Partido Comunista, uno de los cuales interviene desde el exilio en la resistencia contra el régimen de Hitler y la frustrada invasión del Valle de Arán. Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico; cada uno de ellos tiene una existencia real y una personalidad auténtica. Esta es la historia de esos hombres que sobrevivieron o murieron luchando contra el fascismo. "Secuelas de una guerra" es una novela de reconciliación, de amores, sentimientos y de ausencias, que utiliza el recurso de hacer regresar al pasado bélico a sus protagonistas, mientras relatan cómo vivieron la posguerra y la transición democrática en España.

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