EL CIGARRAL DE MENORES
EL CIGARRAL DE MENORES
Esta fotografía del reconocido fotógrafo toledano Rodríguez —siempre presente en los eventos más destacados de la ciudad—, fue tomada el 31 de octubre de 1932 durante la visita a Toledo del presidente francés Édouard Herriot. En el centro de la imagen aparece Herriot, rodeado por importantes figuras de la época. A su derecha se encuentran Manuel Azaña, por entonces presidente del Consejo de Ministros; el anfitrión, Gregorio Marañón, ilustre médico, humanista e intelectual; y Luis Zulueta, destacado político y diplomático. A la izquierda de Herriot se encuentran Fernando de los Ríos, ministro de Instrucción Pública, y, en segundo plano, Salvador de Madariaga, escritor y político de gran relevancia.
El encuentro tuvo lugar en el cigarral de Gregorio Marañón, conocido como el Cigarral de Menores, célebre por ser un espacio de diálogo y apertura. Este emblemático lugar, situado en Toledo, se convirtió en un punto de encuentro habitual para intelectuales, artistas y políticos de la época, encarnando el espíritu de intercambio cultural y político propio de la España republicana.
Sin embargo, la vida de Gregorio Marañón cambió drásticamente tras el golpe militar de 1936, que marcó el inicio de la Guerra Civil Española. Fiel a los valores democráticos y republicanos, Marañón se opuso firmemente al régimen franquista y se vio obligado a abandonar España, viviendo su exilio como un defensor incansable de la libertad y los derechos democráticos. Durante su tiempo fuera del país, continuó con su prolífica labor intelectual y científica, dejando un legado que trascendió las fronteras de su patria. Su exilio no solo marcó su vida personal, sino que también simbolizó la pérdida de un entorno cultural y humano que había florecido en espacios como el Cigarral de Menores.
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